Educadores por el cambio y la liberación
FERNANDO ACOSTA RIVEROS
La educación debe ser prioritaria entre las tareas de gobierno Foto: FOTO ARTURO CAMPOS CEDILLO
Defender la educación pública y trabajar por la formación del individuo desde un modelo emancipador y humanista que reconozca sus valores e intelecto ha sido la principal tarea de los dirigentes, militantes y simpatizantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) en México, durante dos décadas de lucha por el cambio y la liberación.
Recientemente, con el inicio del nuevo ciclo escolar, los alumnos, los padres de familia y los profesores, se encontraron directa o indirectamente en el cumplimiento de ese deber que también es un derecho fundamental para las naciones del mundo: la educación. Los gobiernos tienen el deber de otorgar y promover educación de calidad en todos los niveles; los alumnos tienen la obligación de aprovechar ese beneficio y los padres de familia o responsables de los escolares deben vigilar que los alumnos acudan a los planteles, que los profesores asistan y cumplan con su trabajo y que en los espacios donde se imparta el conocimiento existan condiciones dignas para todos.
En Jalisco escuchamos y leemos varios mensajes relacionados con la educación. Emilio González Márquez, gobernador del estado, aseguró que la educación es prioritaria en su administración. Sin embargo, el pasado lunes 24 de agosto en varias escuelas ubicadas en Tlajomulco de Zúñiga, cientos de alumnos se quedaron sin clases porque no se han concluido las obras de construcción, en algunos casos, y porque no había profesores para cubrir algunos grados, en otros.
La educación debe ser prioritaria entre las tareas de gobierno. La realidad, por lo menos en Tlajomulco de Zúñiga, es otra. Los pobladores de fraccionamientos como Santa Fe y Chulavista han tenido que padecer la pésima administración del señor Antonio Tatengo Ureña. A su gobierno le interesan exclusivamente los negocios que favorezcan a los altos mandos del ayuntamiento, desde donde se especula con terrenos públicos y se roba a los más pobres.
El panorama de la educación en todo México es lamentable. Todos los días del gobierno espurio de Felipe Calderón se amenaza con realizar recortes a las instituciones educativas. Los usurpadores quieren castigar a las universidades públicas, porque desde ellas académicos y alumnos cuestionan la mediocridad del régimen. Una prueba del descontento la demostraron los jóvenes que en Cuernavaca le comunicaron mediante pancartas: “Queremos trabajo, queremos escuela. Menos ejército, más estudiantes y no más miseria ni muerte. Acteal no se olvida”.
Sin escuelas ni trabajo no hay futuro para la población. El neoliberalismo niega oportunidades a los pueblos en nombre de la libertad y la modernidad. Pareciera que ser libres y modernos consiste en estar sometidos a las barbaridades de una camarilla de ineptos que además de cancelar el futuro, quieren tergiversar la historia, ocultar acontecimientos patrióticos y embrutecer a la población.
Se necesitan ejércitos de alfabetizadores que recorran poblaciones a lo largo y ancho de México. Un gobierno honesto y legítimo procuraría emplear y pagar bien a los educadores, cuya misión es considerada sagrada. En México, por ahora, es imposible porque del gobierno espurio no se puede esperar ninguna acción honesta. Los libros de texto han sido mutilados. En la caricatura de Hernández, publicada en la página 8 de La Jornada (martes 25 de agosto, 2009) viene una excelente explicación al respecto: “Los quitamos de los libros de texto porque la Conquista y la Colonia ya no son historia. Son la realidad de hoy en día”.
En defensa de la educación pública y en aras de un sistema humanista y justo, la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) a través de su sección 18 en el estado de Michoacán, decidió que no va a permitir la distribución de libros de texto en ese estado. Es una forma de protestar por la mutilación de episodios de la historia de México, realizada por el gobierno federal.
Los sectores democráticos en el magisterio educan para el cambio. Su labor patriótica es obstaculizada por esquiroles que sirven a un sistema injusto y represivo. Miles de educadores en todo México se esfuerzan por cumplir su compromiso en medio de la adversidad. Estas tareas de liberación necesitan el apoyo de otros sectores de la sociedad.
Especialistas en educación de diferentes instituciones como la Universidad Autónoma Metropolitana y el Centro de Investigaciones y Estudios Superiores de Antropología Social del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey han criticado el proceder de la Secretaría de Educación Pública respecto a las modificaciones en los libros de texto.
Al sistema político mexicano actual le falta educación. Con la llegada de Vicente Fox a la Presidencia, en el sexenio pasado, se privilegió la frivolidad y se confundieron los valores que deben defenderse para construir futuro. Se privilegia el “tener” sobre el “saber”. Por eso aumenta el narcotráfico. Lo fácil, lo mediocre, lo arbitrario y el “haiga sido como haiga sido”, se suman a la frase tan utilizada en estas tierras: “el que no transa no avanza”.
Un país que privilegie la educación, la salud y el deporte, puede aspirar a ser líder. Educar para construir un entorno de justicia, promover la medicina preventiva para mejorar la salud y convertir el deporte en práctica cotidiana para la población y no en un espectáculo y negocio de fin de semana para enriquecer a los mafiosos enemigos de los educadores, opositores del cambio y obstaculizadores de la liberación.
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